En 1962 el arquitecto valenciano Eugenio Casal levantó 16 bloques de vivienda en el barrio de San Cristobal de los Ángeles, bautizando a las calles del vecindario con nombres de su tierra: Rocafort, Benimamet, Burjasot, Godella, Paterna, Beniferri, ... El nombre de las calles es lo único que recuerda a Valencia, se olvidaron de pensar en espacios comunes con zonas verdes para sus moradores.
Tanpoco era necesario que con el transcurrir de los años hubiesen construido una avenida emulando los jardines del Turia , pero algo que fotositentizase en sus numerosos espacios interbloques, ahora duros y pelados, se hubiera agradecido.
Un jardín móvil que saca de la puerta de un almacén todas las mañanas para que reciban la luz y exhalen oxígeno al interbloque olvidado, recogiéndolo al caer la noches por si a un insensible se le ocurriese llevarse ese soplo de aire de su barrio.